La Alianza como facción o potencia mundial ha ido evolucionando desde que fue creada.
Es cierto, al principio se fundó para hacer frente a la Horda y recuperar Ventormenta. Pero cuando ésta fue derrotada en la Segunda Guerra, se decidió que la facción no se disolvería debido a cómo los dos conflictos habían afectado el equilibrio de poderes del continente.
Y se adjudicaron lo que sería la protección de las naciones que estaban dentro de su jurisdicción.
Durante este tiempo, los pueblos de los Reinos del Este se afianzaron en sus nuevas vidas. La Primera y la Segunda Guerra acarrearon amplias repercusiones y alteraron el equilibrio de poder del continente. El Concilio de Tirisfal ya no existía, por lo que los humanos abandonaron la idea de contar con un Guardián de increíbles poderes. Azeroth disponía de nuevos protectores, como la Alianza. Tras la derrota de la Horda, los integrantes de la Alianza no vieron motivo para disolver la facción. En vez de eso, los reinos mantendrían sus lazos y compartirían el comercio y sus recursos militares para proteger el mundo.
Extracto de Crónicas 2.
Después, durante el transcurso de los años posteriores, la Alianza perdería fuerza hasta que durante la Tercera Guerra, Crónicas 3 hace una fuerte afirmación:
Lordaeron había caído. La Alianza estaba herida.
Se supone que durante esos tiempos la Alianza estuvo a punto de desaparecer y que apenas contaba con una sombra de la fuerza que tuvo en un inicio, por lo que su objetivo original de proteger el mundo cambió en simplemente unir sus fuerzas militares para sobrevivir ante las amenazas que seguían existiendo.
No había interés en una guerra contra la Horda, que en ese entonces ya había conseguido una fuerza similar a la de la Alianza. Sin embargo, los conflictos comenzaron a aparecer eventualmente.
En ese entonces, la situación geopolítica había sufrido grandes cambios desde que nuestra amada facción fue fundada.
Ahora el equilibrio de poderes yacía en la Alianza y la Horda.
Ambas facciones sabían que una guerra no sería beneficiosa para ninguno de los bandos pues existía un gran riesgo de aniquilación mutua.
Por algo hubieron muchos que cuestionaron el belicismo de Garrosh.
Porque hay que reconocer que cuando dejamos de matarnos mutuamente somos una fuerza de temer, solo mira el Poder de Kalimdor xd
Y N’Zoth también aprenderá eso muy pronto.
El punto de todo lo anterior es explicar mi opinión de que el objetivo principal de la Alianza hace tiempo dejó de ser mantener la paz en el mundo.
A pesar de que somos los héroes indiscutibles de la saga (xd).
Nos mantenemos unidos por lealtad, por necesidad o por afinidad de principios e ideales. Pero al mismo tiempo nos diferenciamos de la Horda en que cada nación es independiente en su toma de decisiones.
No nos van a ejecutar si decidimos abandonar la facción.
Nuestro objetivo es simplemente unirnos para sobrevivir en un mundo que año tras año amenaza con irse al demonio.
Una guerra Alianza/Horda ya no tiene sentido, porque es contraproducente para todos. Y esa es la principal razón por lo que la Cuarta Guerra terminó en armisticio apenas sacamos a la cabeza de aire de Sylvanas de su cargo.
Aunque ya todos saben mi opinión al respecto.
Eso, chao.
PD: lean mis fanfics.