Ya hace un buen tiempo, pudimos ser partícipes en la reclamación de la ciudad de Gilneas, que en lo personal lo encontré muy simple, demasiado simple, no tiene sentido lo simple que fue, una historia en una zona cualquiera en el mundo tiene más importancia, de la que se le dio a la reclamación de Gilneas. Por eso, aquí voy a compartir cómo YO hubiera realizado esta historia.
Para mí es un evento muy importante en la historia del mundo. Gilneas, por muchos años, ha sido una zona muerta, sin nada, pero literalmente una facción del juego es proveniente de ahí. Es como dejar a todo el Bosque de Elwin vacío, sin importancia. Yo le tomaré a este evento como algo muy importante, y resaltando a los Huargen sobre el resto de facciones.
Primero, lo que hubiera hecho es que de la nada, en el último parche de Battle for Azeroth, toda la zona de Gilneas se empieza a llenar de no-muertos y cruzados escarlata. Ahí sí, ya al final de Dragonflight es el reclamo de la ciudad. Todo empezará con un llamado de la Horda hacia Genn Cringris para hablar del asunto de Gilneas. En el lado de la Alianza, Genn llama al jugador, pero solo Huargens.
Reclamación de Gilneas - Parte 1
Capítulo 1
—, hace muchos años peleamos mano a mano para defender la ciudad del primer ataque de Huargen furiosos, y después para expulsar a los no-muertos de nuestra ciudad. Hoy por fin volveremos a nuestra tierra. Hace poco, Calia Menethil me ha llamado para hablar de retomar Gilneas. Acompáñame hacia Ogrimar para tratar este asunto tan importante. Te veré cerca del puerto de Ventormenta para partir, te espero.
Nos dirigimos hacia el puerto y veremos a Genn junto a otros Huargens y a Tess, con unos grifos, listos para partir volando hacia Ogrimar. Apenas vemos al grupo de Huargens, Genn comienza a hablar.
—Saludos adalid, estamos listos para partir —entregamos la misión y nos dice—: Partimos directo a Ogrimar, la Horda ya conoce que vamos para allá, no tendremos problema en llegar. Sabes que no confío en esos salvajes, pero el recuerdo de la pequeña Calia Menethil me tranquiliza. Espero no tener problemas, igual mantente alerta.
Aceptamos la misión y vamos volando hacia Ogrimar. Tess y Genn empiezan a hablar.
—Tess, ¿crees que todo esto sea confiable? ¿Crees que la Horda cumplirá con su palabra?
—Tenemos que confiar en la palabra de Calia, padre. La oportunidad de volver a Gilneas hace que valga la pena ir.
—Tienes razón hija, por esta ocasión debemos confiar en esos salvajes.
La pantalla se pone en negro y la pantalla de carga de Kalimdor aparece. Aparecemos volando cerca de Ogrimar. Apenas lleguemos a la ciudad, aterrizamos cerca de la entrada y nos recibe un guarda orco, este dice:
—Los visitantes han llegado, escoltarlos hacia el salón de la guerra.
Entonces nos dirigimos a la reunión.
Capítulo 2
En el lado de la Horda, Thrall mandará una misión al jugador diciendo:
—Adalid, la historia de la Horda está llena de errores y aciertos. El día de hoy vamos a remediar un error, al igual que hacer un acierto. La Alianza se dirige a Ogrimar para tratar un asunto de suma importancia. Solicito tu presencia en esta reunión. Te espero en el salón de la guerra.
Cuando llegamos, vemos el salón lleno de todos los líderes de la Horda, ahora llamados el Consejo de Guerra. Entregamos la misión a Thrall y nos dice:
—Muchas gracias por venir, adalid, los invitados igual ya están por llegar. Quédate cerca.
Vemos a la Alianza entrar y ambos bandos presencian la misma escena. Genn empieza hablando:
—Es un gusto verte, Thrall, Calia.
Thrall empieza diciendo:
—Bienvenidos, Gilneanos de la Alianza. Para la Horda es un honor recibiros en esta sala. Todo el consejo de Guerra está aquí para tratar este asunto.
Genn le responde:
—Muy bien, vamos directo al punto. Calia me prometió devolver las tierras de Gilneas a sus dueños por derecho. Espero puedan cumplir esta promesa.
Thrall con una voz más seria responde:
—Hace un tiempo Calia se acercó al consejo para tratar el tema de Gilneas. De mi parte no tengo ningún problema, hasta lo que yo sabía era un territorio casi abandonado, pero…
Hay un pequeño silencio en la sala. Genn toma una posición defensiva y alza la voz:
—¿Pero qué? ¿Qué es lo que sucede en Gilneas?
Thrall trata de hablar, pero Calia lo interrumpe.
—Después de volver de las Tierras Sombrías, pasó un tiempo hasta que logramos consensuar la devolución de Gilneas, pero nos encontramos con un problema.
Thrall continúa:
—Durante el mandato de Garrosh, se entregaron esas tierras a Sylvanas, y nunca volvimos a tratar este asunto.
Genn, muy enojado, responde:
—¿Le dieron mis tierras a Sylvanas? Es que son dementes.
Thrall dice:
—No conocíamos lo que tramaba, ahora la tierra está llena de no-muertos y la cruzada escarlata.
Calia lo prosigue:
—Al parecer, Sylvanas usaba esas tierras para sus experimentos, y tras la destrucción del casco de dominación, los no-muertos del mundo se han vuelto locos. A pesar de que solucionamos ese asunto en varias partes del mundo, Gilneas no fue controlada.
Tess habla:
—¿A lo que se refieren es que es imposible devolvernos Gilneas?
Thrall decide hablar:
—No, la Horda se compromete a devolver esas tierras a sus legítimos dueños. Los crímenes de Sylvanas también son de la Horda.
Genn, enojado, responde:
—Más les vale solucionar todo esto.
Tess dice:
—Solicitaremos la ayuda de la Alianza, tendremos que liberar a Gilneas.
Calia dice:
—Muchas gracias, Tess. Es momento de unirnos. Este asunto puede escalar sin necesidad. Nos veremos en la entrada de las puertas rotas de Gilneas.
Genn, sin decir nada, se da vuelta y sale de la habitación. Tanto los jugadores de la Alianza como los de la Horda van con su líder de facción para este evento para entregar la misión, Genn y Thrall respectivamente. Thrall les dice:
—Solicitaré la ayuda de todos aquellos que deseen participar. Tú puedes adelantarte a Gilneas, ya nos encontraremos allá.
Genn dirá:
—No es posible que la Horda no haya controlado nunca las acciones de Sylvanas. De haberlo hecho, nunca hubiéramos tenido que vivir los eventos de los pasados seis años. Iré a Ventormenta a hablar con Turalyon, buscaré la ayuda necesaria. Tú puedes adelantarte, nos vemos en Gilneas.
Capítulo 3
Aquí, ya todos los jugadores de la Alianza y Horda hacen la misma misión. Nos encontramos con Calia y Genn en la entrada de Gilneas y los vemos conversando.
—Calia, recuerdo verte tan pequeña corriendo por estos bosques cuando tu padre trató de convencernos de desistir en la construcción de ese muro, y ahora míranos. Totalmente diferentes a lo que una vez fuimos.
Calia dice:
—Tengo un vago recuerdo que conservo con mucho cariño de estos bosques. Mi padre me trajo cuando aún era muy pequeña, me dijo que era para tratar asuntos de adultos. Ahora es nuestro turno de hacer algo por estas tierras.
Nos acercamos a Calia y nos dará la misión.
—Es un gusto tenerte aquí. Gilneas es una tierra maravillosa, pero la no-muerte de Sylvanas ha manchado este lugar. Lo primero que debemos hacer es un campamento base. No debemos llamar la atención de los no-muertos ni de la cruzada escarlata de la zona. Son demasiados y queremos tener la menor cantidad de bajas posibles. No intentes volar, el aire está lleno de la plaga, al parecer la cruzada ha logrado controlar el espacio en tierra, pero el cielo es peligroso. En los cabos del Norte hay la menor cantidad de no-muertos, y es una zona poco transitada, debemos establecer la base ahí. Reúne recursos y prepara la zona para nuestra ocupación.
Aceptamos la misión y nos dirigimos a los Cabos del Norte para hacer las diferentes actividades, que serían matar NPCs, recoger chatarra, madera y demás. Tendremos un debuff que dirá “No puedes volar, si llamas demasiado la atención, la avanzada puede estar en peligro”. Además podremos ver el cielo con una neblina color verdosa, si de alguna forma logramos elevarnos, empezaremos a perder vida muy rápido. Le quiero dar ese toque de fantasía y dificultad aquí.
En la zona haríamos pocas misiones, como matar algunos enemigos, recoger madera y algunos componentes de la zona, y al final tendríamos un pequeño campamento para de ahí planear el ataque. Una vez entreguemos la última misión, Calia nos dice:
—Muchas gracias, adalid. En este campamento planificamos los siguientes movimientos. No hay que apresurarnos. Primero debemos conocer en su totalidad a lo que nos enfrentamos. Te llamaré cuando necesitemos tu ayuda de nuevo. Hasta pronto.
Así terminaría la primera parte de tres,de cómo yo hubiera hecho esto. En live sería con cada una de estas partes en un lapso de tres semanas, darle mucha importancia y seriedad. Estos posts los estaré publicando en tres días. Tal vez notaron que hay cosas que nunca pasaron en la historia real. Es porque en mi mente tengo una historia de WoW que siempre quise compartir. Si deseas seguir mi versión de WoW, puedes buscarme en YouTube como “My Warcraft”, donde estaré subiendo una reimaginación del universo de Warcraft, desde Vanilla hasta Shadowlands. Va a ser un proceso inmenso, pero valdrá la pena seguirme.
Capítulo 4*
PD: Después de terminar la última misión de la primera semana, podremos tener esos clásicos momentos entre personajes, donde conversan un rato de la situación. Primero veremos un pequeño diálogo entre Genn y Tess.
—Durante muchos años me rendí de la esperanza de algún día volver a estas tierras, padre. Cada recuerdo de mi vida después de Gilneas son terribles: guerras, muerte, seres de otros mundos. Extraño los días donde solo tenía que preocuparme de conseguir comida en el bosque de la puerta del norte, jugar con mis amigos, y pasar tiempo con mi padre, madre y… Lian.
Genn le responde:
—No pasa un día que no piense en tu hermano, Tess. Quería el mejor futuro para los dos, y solo los encerré tras dos grandes puertas. Es también mi responsabilidad todo lo que pasó. Ahora solo deseo poder liberar mi ciudad, honrar el nombre de Lian como se merece.
Tess termina diciendo:
—Sé que Lian nos ha estado apoyando en todo momento, padre. Ahora necesitamos esa fuerza más que nunca.
También podremos ver una pequeña conversación entre Calia y Thrall.
—Calia, te veo algo distraída, ¿qué tienes en mente?
—Hola, Thrall. Estoy pensando en cómo devolver estas tierras a su antigua gloria.
Thrall le dice:
—Yo nunca había conocido este lugar antes de que se abrieran esas puertas. ¿Me podrías decir cómo eran?
Calia, con una voz suave y pacífica, le responde:
—Era una pequeña niña cuando vine, pero recuerdo muy claramente que eran hermosas. Mi padre me trajo aquí tan solo una vez para tratar asuntos del rey. Los bosques tenían un verde único, y la gente tocaba la mejor música de la región. Cuando acabó la Segunda Guerra, construyeron un gigantesco muro para protegerlos de las desdichas del mundo, que protegió contra la plaga… Tal vez deberíamos construir muros para protegernos.
Thrall, con tranquilidad, dice:
—Escapar o evitar los problemas no evita que nos alcancen. Lo que podemos hacer es estar listos, y cuando llegue el momento, luchar.
Calia termina diciendo:
—Gracias, Thrall, necesitaba escuchar eso. Ahora debemos concentrarnos en Gilneas.