La dura experiencia de un monje sacerdote

Padre Savvas: “Les quiero presentar un testimonio personal de un monje sacerdote que cometió el error de vacunarse. Esta es su confesión. Si alguien quiere saber su nombre, puedo decirlo en privado. Es un sacerdote bajo el arzobispo Leronymos de Grecia. Voy a leer de la publicación, la cual, por fortuna, sigue en el internet.

Monje-Sacerdote: “Con pocas palabras, voy a relatar mi experiencia después de recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer.

Dios me obstaculizó con muchas señales antes de recibir la vacuna, debido al poco tiempo, no mencionaré todas.

Mientras me dirigía al centro de vacunación, justo antes de comenzar la fila sentí que algo obstruyó mi paso. Mientras me aproximaba, sentí una fetidez que me sorprendió”.

Padre Savvas: “Como ven, Dios le advirtió y él aun así prosiguió a vacunarse.”

Monje-Sacerdote: “Mientras me vacunaba, otros esperaban afuera. Cuando ya me iba, no podía ponerme mi Kalimafi (su sombrero de sacerdote).
Sentí una gran vergüenza dentro de mí, y salí llevándolo en las manos.”

Padre Savvas: “Como pueden ver, él empezó a sentir la influencia demoniaca enseguida. Ya que sintió vergüenza de llevar su Kalimafi a pesar de ser un sacerdote”.

Monje-sacerdote: “Al llegar a casa, fui al baño a lavarme la cara. Al ver al espejo, me asusté al ver la expresión que tenía.

Al siguiente día fui a comprar al supermercado y como aún eran los días después de Pasha, normalmente saludaría a los vendedores con ‘Christos Anesti (Cristo ha resucitado)’ o respondería con ‘Alithos Anesti (De hecho ha resucitado)’

Padre Savvas: “Como sabrán, por 40 días después de la resurrección, nos abstenemos a decir “Hola/Buenos días”, y lo reemplazamos con “Cristo ha resucitado” y el otro cristiano debe responder “De hecho ha resucitado” y no decir ‘igualmente’.

Monje-sacerdote: “Como monje sacerdote, me sorprendí al descubrir que sentía mucha vergüenza de decir “Christo Anesti” a los vendedores. Esto me abrumó en demasía.”

Padre Savvas: “Él comenzó a darse cuenta de manera más intensa de que algo no estaba bien con su alma”.

Monje-sacerdote: “Un día después fui a una iglesia local a atender un servicio divino, no a dar la liturgia como sacerdote.
Al entrar al altar, sentí como si estaba muerto”.

Padre Savvas: “Como ven, una persona espiritual se da cuenta de la diferencia de inmediato”.

Monje-sacerdote: “La alegría que solía sentir en el servicio divino la había perdido. Era como si no estuviese entrando al altar de una sagrada iglesia, sino como si hubiera entrado a un dormitorio de una casa. Todo esto me sorprendió, pero en esos momentos, no creí que se debía a la vacuna.

Vi a feligreses conocidos voltearme la cara.

Al siguiente día vi como mi consciencia me estaba causando un dolor terrible. Fue como si me habían atravesado el corazón con un dolor que nunca había sentido en mi vida.

Le conté a un compañero archimandrita (un sacerdote monacal), lo que estaba sintiendo, y me él me consoló. Me dijo cosas como ‘No es nada, no te preocupes’.

Al salir, me di cuenta de que el dolor en mi consciencia era incesante y se hacía cada vez más profundo. Después de ese día entre en un estado profundamente perturbado que duró 13 días. No podía ni dormir ni calmarme.

Ahora permítanme explicar la parte más terrible. Noche y día vi constantemente a Satán frente a mí, su cara a 20 milímetros de distancia. Cuando iba a dormir, sentía que me abrazaba, un frío me cubría.

Yo leía las reverencias a la virgen y sentía como si mi sangre ardía en mis venas. Sentí una presencia extraña dentro de mí y me estaba juzgando.

Sentí horror como si alguien me decía ‘Me perteneces ahora’”.

Padre Savvas: “Comprenden lo terrible de esto. Y verdadero porque conocemos a este señor en persona.

Esto confirma la experiencia de otro sacerdote monje cuando hacía un exorcismo.
El demonio siendo presionado contó la verdad con el monólogo: “¿Por qué te estoy diciendo esto? No quiero decirte esto, pero estoy siendo presionado”.

Aquel monje sacerdote le contestó, “No te estoy presionando”. El demonio le contestó, “Estoy siendo forzado a decirte”.

Y de esta manera el demonio le dijo: “Hicimos una ceremonia en una Logia de América para las vacunas”.
Los satanistas realizaron una ceremonia para las vacunas.

Además, el demonio dijo: “Aquellos que reciben la vacuna no podrán arrepentirse”. Ahora esto puede sonar muy fuerte.

El monje sacerdote preguntó, “¿Por qué no podrán arrepentirse?

El demonio contestó, “Porque estaré dentro de ellos”.

Pueden ver una correlación con el primer monje sacerdote que decía lo mismo, que sentía que Satán estaba dentro de él y lo veía a 20 milímetros de su cara diciéndole “me perteneces”.

El monje sacerdote estaba realizando un exorcismo, mientras tenía este diálogo con el demonio. El demonio estaba hablando a través de la persona poseída.

El demonio le dijo: “Aquellos que reciben la vacuna no se pueden arrepentir porque estoy dentro de ellos”. El monje sacerdote respondió, “¿Cómo estás dentro de ellos?”.

El demonio respondió, “Con la sangre de los bebés abortados”.

Habíamos mencionado previamente que los fetos usados para las vacunas fueron de manera adrede asesinados por sus células. Estas células fueron extraídas de fetos vivientes por parte de científicos ateos y doctores que no mantienen nada sagrado o santo.

Ellos también remueven los órganos de fetos vivientes. Si el feto muere, sus órganos y células son inútiles. Por tanto, ellos no tomaron los fetos del basurero. Lo cual incluso si fuera el caso, no hace que sea moralmente correcto, ya que tuvo que haberse producido un aborto. Sin embargo, en este caso, los fetos fueron específicamente preparados para el aborto.

Y así el malvado confiesa, “Estoy dentro de quienes recibieron la sangre de los fetos”.

Esta confesión de este demonio tiene correlación con el monje sacerdote que fue seducido a recibir la vacuna.

Como habíamos leído previamente; él decía que estaba avergonzado de usar su kalimafi, de decir ‘Christos Anesti’, que se sentía muerto al estar parado en el altar, cómo la gente le viraba la cara porque su rostro había sido alterado… Cómo por 13 días no podía dormir ni calmarse, y lo más horripilante de todo, día y noche sentía que Satán lo abrazaba a pesar de que él trataba de leer sus oraciones, su sangre ardía por sus venas, y sentía como si alguien le decía ‘Me perteneces ahora’.

Y así el primer monje sacerdote continúa:

Monje-sacerdote: “Me había quedado en la casa de mi familia en caso de tener una reacción adversa, luego de varios días me fui.

En el monasterio donde resido, la liturgia divina, vi como no comprendía nada.

Sentí como si estaba muerto, constantemente me apuraba durante el servicio, sentía una gran ansiedad, ni una gota de gozo, ¡sentí como si no fuera sacerdote o incluso un cristiano bautizado!

Llegué al punto de no poder hablar, como si hubiera perdido la voz. Sentí que mi vida era oscura y estaba en un constante estado de angustia.”

Padre Savvas: “Como ven, esta persona cometió un error y se está humillando. Quiere decir que él tiene una conciencia eclesiológica. Esto es muy importante.

Ya que hay otros que cometen este error, y luego de ver el error no lo confiesan para poder advertirle a los demás.

Continuemos leyendo.

Monje-sacerdote: “Mientas estaba en este estado desolador, una familia conocida vino a visitarme al monasterio. Hablé con la madre.

Ella me dijo, ‘Padre, ¿por qué está hablando así? Mucha gente tras recibir la primera dosis, termina no buscando la segunda dosis. ¡Usted también debería evitar la segunda dosis!”

Padre Savvas: “Ella le dio valor”.

Monje-sacerdote: “Mientras ella me decía estas palabras, sentí un refrescante rocío entrando a mi alma”.

Padre Savvas: “Esto fue de Dios”.

Monje-sacerdote: “Fui consolado por la gracia de Dios”.

Padre Savvas: “Porque él había comenzado a arrepentirse. Dios envia gente para consolarnos, para informarnos. Así es como Dios trabaja en tales situaciones. Sólo una palabra, aunque muchas veces irrelevante, nos muestra el camino.

Y así ella le dijo, ‘Ok, usted cometió un error. No cometa el siguiente error. Esto es, no reciba la segunda dosis’”.

Continuemos:

Monje-sacerdote: “Encuentro innecesario mencionar la desolación que atravesé y las lágrimas derramadas. No sé si es una coincidencia o no, pero exactamente 40 días después de la vacuna, comencé a sentir la gracia de Dios de nuevo”.

Padre Savvas: “Después de 40 días comenzó a sentir que había sido bautizado de nuevo. Regresó con arrepentimiento.

Confesó su pecado, recibió el rito del perdón, y lloró muchas lágrimas. Como está escrito aquí; lloró continuamente por 40 días y solo después empezó a sentir la gracia del Espíritu Santo”.

Monje-sacerdote: “comencé a sentir paz y consuelo, que Dios me había perdonado lo que había hecho, aunque yo no tenía conocimiento de lo que actualmente era esta vacuna”.

Padre Savvas: “Lastimosamente hay mucha gente así, no todos son indiferentes. Hay otros que son dirigidos por la tiranía o el miedo… o la presión de sus hijos o doctores, etc

Sin embargo, cuando tienes la información correcta no te sometes a esto. Este pobre señor fue seducido, pero ahora ha corregido sus acciones.

Entonces después de 40 días comenzó a sentir el perdón de Dios.”.

Monje-sacerdote: “No me atrevo o quiero saber lo que me pudo haber ocurrido si hubiera recibido la segunda dosis de la vacuna. Lo único que puedo decir es que Dios sintió compasión por mí.

Aunque ahora me siento mejor, no he recuperado el estado en que estaba antes de recibir la vacuna.

En mi humilde opinión, esta vacuna de Pfizer que recibí es una marca (un sello), pero no es la marca final. Es mas como la precursora o la antesala a la marca final de la bestia (Libro del Apocalipsis).

Padre Savvas: “Esta afirmación tiene correlación con otro comentario hecho por otro demonio en otro exorcismo. Un amigo mío cercano, un monje sacerdote respetable me lo contó. Él tuvo un diálogo con un demonio durante un exorcismo.

El demonio le dijo, ‘Sí, la vacuna no es la marca final (el sello), pero sigue siendo una marca, una precursora… Y aquellos que son como tú, cuando reciben la vacuna, pierden su luz”.

El demonio continuó, ‘Un hombre bajito nos ha estado quemando con sus exorcismos. Él es conocido por sus exorcismos… ‘Ahora que ha recibido la vacuna, ha perdido su fuerza. ¡Ahora me le puedo aproximar y besar su mano!’

Previamente este demonio temblaba ante este señor. Ahora que el señor ha recibido la vacuna, el demonio puede recibir su bendición. Esto tiene correlación con el monje-sacerdote del que hemos estado hablando; “A pesar de sentirme mejor, no he recuperado aún el estado en el que estaba antes de la vacuna”.

Como pueden ver, estas vacunas no solo producen daño físico (biológico), sino que también daño espiritual.

Hemos leído este testimonio como un ejemplo, y es de una persona que vive una vida eclesiástica. Porque como mencionamos, cuando alguien comete un error que impacta a los demás, es beneficioso corregir el error públicamente.
De esta manera podemos proteger a los miembros de nuestra sagrada iglesia a que no cometan el mismo error.

Como dice san Chystostomos, ‘Los cristianos tibios viven en comodidad’. Los tibios son aquellos que combinan todo; el mundo, Cristo, el hedonismo, la avaricia, la apariencia externa… no ser segregado, ir a la iglesia, recibir comunión, confesión, etc. Los cristianos tibios causan el mayor daño a la iglesia.

Y no admiten sus errores, ya que piensan que hacen todo correctamente. Si cometen un error, no lo corrigen. No se arrepienten públicamente de su pecado para poder proteger a los que están a su alrededor.

Como está escrito en el libro del Apocalipsis, esta gente es la que será vomitada por Dios. Es mejor ser cálido o frío y nunca tibio. El que es espiritualmente frío puede llegar al punto de comprender su ceguera y ser cálido. Dios nos quiere cálidos. Sin embargo, los tibios están muy cómodos.

Lastimosamente, la mayoría en estos tiempos son tibios. Como mencionado por el Padre Athanasios Mitilinaios, la mayoría de cristianos son tibios. También somos tibios y debemos dejar de ser tibios.

Para una persona fiel a Dios no existe la muerte, esta es la realidad. Hemos olvidado esto y presentemente tememos a la muerte. No solamente tememos a la muerte, también tememos ser multados, una posible prisión, una persecución. Bajo NINGÚN caso puede una persona llamarse cristiana si le teme a la muerte. Cuando una persona le teme a la muerte, se ha vuelto un idólatra o un ateo.

En cambio, un cristiano debe esperar morir. Los santos querían morir. La razón por la que los cristianos quieren morir es para estar unidos de lleno al Señor que adoran y aman sobre todas las cosas. Quieren partir y sienten júbilo cuando están muriendo. Sin embargo, ellos nunca se producen a sí mismos la muerte, ellos no cometen suicidio. Pero cuando la oportunidad llega de ser un mártir y confesor de Cristo, lo hacen sin miedo a la muerte.

Desafortunadamente no oímos esto de los predicadores, ni obispos, ni sacerdotes, pero como ven, es oído por los demonios.

Un muy respetado monje-sacerdote que realiza exorcismos una vez me dijo lo que un demonio le había dicho. El demonio le dijo, “¿Cómo son ustedes unos cristianos con miedo a la muerte? ¡Los he seducido y engañado a que se inyecten la vacuna por medio del miedo a la muerte!”

Un demonio confiesa que las vacunas están haciendo esto. De hecho, él dice, “Realizamos una ceremonia en una Logia de América para las vacunas”.

¡Ven lo que el demonio confiesa! El demonio continúa: “¿A que le temieron? Pues para ustedes (cristianos), la muerte no existe.”

Para los cristianos, la muerte no existe ¿Pueden comprender, hermanos y hermanos, adónde hemos llegado?

En el evangelio, Cristo dijo algo relacionado a nuestra situación actual. Cuando entró a Jerusalén y los niños gritaron, “¡Hosana! ¡Bendito es el que viene en nombre del Señor!” Los niños estaban proclamando a Jesús como el mesías esperado. Y aquellos que se encontraban indignados le dijeron a Jesús, “¿Estás oyendo lo que te dicen?” y Cristo respondió, “Si ellos se callaran, las piedras a lo largo del camino se pondrían a aclamar”.

Así que, haciendo relación a la situación de hoy, ahora que los sacerdotes y arciprestes no proclaman que han conquistado la muerte, los demonios lo proclaman ahora; “Cómo son ustedes unos cristianos con miedo a la muerte? ¿Y corren todos a la vacuna?”

La cual no es realmente una vacuna, sino más bien una terapia de genes/tecnología, con el objetivo de oprimir a los humanos. Esta es su meta, razón por la cual habrá más dosis. De hecho, hay mucha gente que dice que habrá 7 dosis. Los demonios también afirmaron que habrá 7 dosis.

Aquellos que fueron engañados a recibir la primera o segunda dosis, con suerte no se inyectarán las dosis que quedan. Ojalá se arrepientan, lloren y se confieses, porque su salvación está en peligro. Todos debemos estar vigilantes.

Leeré otro testimonio de otro monje sacerdote, el cual fue publicado en el internet a no ser que haya sido borrado. Porque cualquier cosa que sea verdadera en estos días es usualmente censurado en el internet. Como pueden saber, el internet es de Satán. Desafortunadamente, el internet no es gobernado por la gente de Dios. Lo que ellos quieren lo borran, lo más posible, ellos eliminan todo lo que es bueno y correcto.

Así que lo que publicó este monje sacerdote, su testimonio en el internet, decía, “Consideré que la vacuna no era nada y fui y la recibí. Pero después de hacerlo, perdí mi oración. Sentí que Satán venía y me abrazaba. Por 40 días no pude ni decir ‘Dios ten piedad’. Este monje sacerdote testificó públicamente. Personalmente lo conozco, Es de un monasterio peloponense. También le urge que nadie más cometa este error (de ser vacunado), y que los que lo hicieron, que no vayan por más dosis, las cuales causarán más daño a su cuerpo y alma.

En conclusión, estas son las cosas que quería decirles a ustedes, hermanos y hermanas en Cristo. Como ven, hay muchos testimonios de muchos individuos. Dios incluso utilizó a los demonios para dar testimonio. ¿Recuerdan lo que decía ese demonio durante el exorcismo?

“¿Por qué te estoy diciendo esto? No quiero, pero estoy siendo presionado.”

También debemos recordar que los diablos mienten también, sin embargo, muchas veces han dicho la verdad cuando son forzados con las oraciones leídas durante un exorcismo. De la misma manera, leemos en el evangelio que los demonios le dijeron la verdad a Jesús, “Tú eres el Hijo de Dios”. Los demonios confesaron que Cristo es Dios.

Tomemos estas cosas en cuenta para no caer en la trampa de Satán. La cual como pueden ver, es usar mucha fuerza para dirigir a la humanidad en esta trampa. Para poder matar lo más que pueda. Este es el asesino (enemigo del hombre) que es Satán. Todo esto se está llevando a cabo a nivel global.

El demonio quiere llevarse la mayor cantidad de almas posible, es su meta final. Si todas estas cosas (vacunas) fueran buenas, ¿por qué tendrían que hacerlas algo mandatorio? Algo que es bueno no es forzado. Cuando Cristo iba a sanar a alguien, él le preguntaba, “¿Quieres mejorarte?”.

Estos gobernantes quieren obligarnos a estar bien. Es lo que piensan. Sin embargo, no quieren que tengamos salud, todo lo contrario está pasando. Porque sabemos que estas vacunas producen esterilidad y miles de otras reacciones adversas. Más de 2 millones de reacciones adversas registradas en Europa. Más de 600,000 en América. Más de 21,00 muertes en Europa, y 14,000 muertes en América. Estos son las estadísticas que se encuentran online.
Comentario mío: Estos números están errados porque se conoce de un número de 250000 muertes en América según un delator, pero en realidad este número está cercano al millón al día de hoy.

Por tanto, bajo ninguna circunstancia debemos aceptar estas cosas que nos está vendiendo el maligno.

Que Dios nos bendiga. Que no solo dejemos de cometer el mal, sino que lo señalemos cuando lo vemos. Quien se acobarda y mantiene silencio ante el pecado, se vuelve un accesorio y un cómplice del pecado. Así que informen a sus seres queridos y allegados para que no caigan en esta trampa de Satán y no pierdan el reino de Dios. Amén.

Yo no entendí la película. ¿Los policías sabían que asuntos internos les tendían una trampa?