**En la Sombra de Azeroth**

Una fácil tarea de Héroe

Azeroth no es un paraíso, las historias que se cuentan siempre son escritas por los vencedores, atrás quedan masacres, crímenes e injusticias, imagina entonces los triunfos de los parias de las sociedades que habitan los continentes. Como héroes vemos solo nuestra propia existencia y nos encargamos de tareas “imposibles”, esta historia no es de héroes y villanos, solo es la cruda verdad de los habitantes de Azeroth.

Taria llevaba en el nombre de la madre del Rey Varian Wrynn, regente del último bastión humano, Stormwind. Desciéndete de nobles huidos de Lordaeron que encontraron refugio en el Bosque de Elwyn, este “calmado” bosque más allá de sus tierras fértiles y gran cantidad arboles es solo una fachada, abundan gran cantidad de especies peligrosas, no solo lobos y osos, también abundan los Kobolds y Gnolls, acechantes ante cualquier descuidado que equivoque su camino. Taria lo sabía muy bien, apenas logro sobrevivir a una incursión de Gnolls donde sus padres fallecieron, con solo 14 años tenia pocas opciones, la mendicidad, la delincuencia o el ejército.

De fuerte valor moral y consciente de su herencia opto por el ejército, el ejercito siempre buscaba nuevos reclutas para la gran cantidad de frentes que mantenía en guerra con la Horda, demostró temple y audacia con el hacha, pronto se convirtió en patrullera del Bosque, anhelaba probarse a sí misma en combate quería ir al frente, pero con solo 16 años no tenia lo necesario, su trabajo al principio resulto sencillo, dar indicaciones a aventureros, matar lobos y osos mientras patrullaba, las tareas difíciles como mantener a raya a los Gnolls y Kobolds eran para los héroes, sin embargo cada día había menos de estos en el bosque, preferían otras tierras para hacerse con un nombre, fue entonces cuando tuvo su oportunidad, ante la ausencia de los héroes unos Kobolds habían logrado hacerse con unas de las minas de la zona, el alcalde le encargo a ella y sus dos compañeros la tarea de sanear la cueva y exterminar a los Kobolds. Taria marcho entonces junto a Relen, hijo de campesinos de Bosque del Ocaso, y Tengran, hijo de pescadores, de las Montañas Crestagrana, al llegar encontraron seis Kobolds fuera de la mina los cuales despacharon con relativa facilidad, al entrar los enemigos se hacían mas numerosos, pronto agotaron sus fuerzas, por lo que decidieron descansar, Relen se dispuso a encender una hoguera mientras Taria vigilaba, se decía a si misma que algo estaba mal los espías habían indicado que no habrían mas de 30 Kobolds, ella y sus compañeros contaban al momento 52, peleaban desesperados, pronto los Kobolds rodearon a los soldados, y comenzó la refriega nuevamente, Taria no recuerda mucho de ese momento exacto pero indico que se abalanzaron sobre ellos unos 20 enemigos, el primero en caer fue Tengran cuando un pico atravesó su cráneo y 4 kobolds saltaron sobre él, unos los Kobolds hizo señas para reducir a Relen quien también fue diezmado y asesinado por las criaturas, Taria fue golpeada en ese momento y perdió el conocimiento.

Al despertar se encontraba de cabeza, envuelta en tela de araña, ante si se mostraba la araña más grande que había visto, sin duda era una madre colmillo, ella misma creía que eran un mito, cuentos para asustar a los niños, hasta que vio un héroe con una pata de araña del tamaño de ella, suvenir de la batalla. Colgando de cabeza y atada sabia que era su fin, la araña ya había reducido a sacos de piel y hueso a sus compañeros, vio como se acercaba una de las arañas pequeñas y que cortando la tela dejo caer a Taria de una altura considerable, malherida fue arrastrada antes los colmillos de la criatura rara, como se les llamaba en Azeroth a ciertas criaturas con alguna característica especial. La criatura en ese instante clavo sus colmillos en Taria, pero sin tiempo para inyectar su veneno, Taria le clavo un cuchillo en unos de los 8 ojos de la bestia, al caer la tela aflojo un poco justo para que pudiera tomar su cuchillo, la bestia reculo y Taria aprovecho para terminar de zafarse de la tela, rodo a un lado donde estaban los restos de sus compañeros y tomo un arma solo habían 3 arañas y la madre colmillo, con un chillido de la madre las arañas se abalanzaron sobre Taria que logro matar a dos una tercera le clavo los colmillos en su pierna derecha, seguidamente Taria la aplasto con el hacha, la madre siguió chillando y Taria rodo entre sus patas quedando debajo del abdomen de la madre, enterró su hacha con las pocas fuerzas que le quedaban, haciendo un agujero enorme por donde salió todo el jugo intestinal de la criatura, bañando completamente a Taria. Al levantarse observo como las demás arañas que iban llegando no la atacaban debió ser por los restos que la cubrían recordando aquel héroe, le cerceno una pata a la madre y la arrastro por la mina, los Kobolds huyeron al oler a la madre colmillo, así que salió casi arrastrándose de la mina.

Taria La Madre Colmillo

Así comenzó la vida guerrera de Taria la Madre Comillo, asistida por campesinos del lugar que la divisaron a lo lejos, fue llevada a la abadía donde sanaron sus heridas, sin embargo, su pierna sufrió grandes daños y tuvo que permanecer varias semanas en rehabilitación. Su proeza llamo rápidamente la atención de sus superiores que no dudaron en ascenderla, con el suvenir de la bestia se le hicieron dos hachas a las cuales nombro Relen y Tengran en honor a sus compañeros caídos.

Taria después de recuperarse siguió destacada en el bosque de Elwyn, donde gracias a ella se notaba poco la ausencia de los héroes, pronto fue temida por los bandidos y las criaturas de la zona, el bosque seguía siendo peligroso, pero gracias a las acciones de Taria cada vez había menos actos de vandalismo. Esto causo graves consecuencias en la economía de los bandidos de la zona que idearon un plan para deshacerse de la madre colmillo.

Era bien conocido que en el bosque quedaba el remanente de la hermandad Delfias, Taria les había declarado la guerra a los bandidos, pero como pronto descubriría Taria los bandidos no son simples bestias. Con contactos secretos los Delfias habían creado un negocio lucrativo con la madera del bosque, aunque si bien era cierto ya no eran Delfias seguían siendo bandidos. El sueldo de un soldado era mínimo alcanzaba lo justo para comer, algunos eran comprados para dejar pasar cierta mercancía hasta el puerto de Storwind, la misma Taria sabia de estos soldados pero despedirlos seria quedarse con el 30% de soldados, así que solo se dedico a buscar a los peces gordos del negocio, quienes amedrentaban a los leñadores honestos, su búsqueda pronto dio frutos, Otto un humano andrajoso, adulador y embaucador como ningún otro frecuentaba la taberna de Villa Dorada, haciendo “negocios”, era el quien conseguía mano de obra para la tala de árboles clandestina, Taria espero paciente a que el borracho saliera de taberna, Otto salió dando tumbos dirigiéndose al este, Taria le siguió y en el trayecto lo abordo con un fuerte golpe que le dejo inconsciente, al despertarse se encontraba de cabeza, atado y en una cueva, delante de él en una hoguera estaba Taria, quien incorporándose le dijo

¿Sabes quién soy, borracho? - en forma despectiva

Otto le respondió

Claro, eres la perra de las patas de araña, ¿pero acaso sabes con quien te metes madre colmillo?, esto es más grande que tu o yo, libérame y quizás sigas viviendo -

A Taria le sorprendió un poco la respuesta del borracho, la mayoría de los bandidos temblaban en su presencia, se repuso y golpeo a Otto con Relen diciendo

quizás con unos dientes menos me hables con más respeto? Dime para quien trabajas y quizás yo te deje vivir -

Otto sintiendo como faltaban dos sus dientes, escupió

– soy solo un peón madre colmillo, solo le llevo mano de obra a Frontell

Atonita Taria miro a Otto

Frontell la mano derecha del Alguacil Dughan?, no, borracho di la verdad o te juro que te cortare la lengua y morirás de cabeza

Otto adolorido y queriendo acabar con aquella tortura le dijo

Madre Colmillo no miento, averigua por ti misma y veras la verdad

Frontell, era un campesino que se hizo lord gracias al negocio de la madera, sus tierras tenían el mejor árbol para la elaboración de navíos, necesarios para la expedición cuando se necesita explorar Pandaria, su aporte fue agradecido por Dughan y en adelante se convirtió en su mano derecha en asuntos financieros. Taria decidida en acabar con los bandidos, debía confrontar a Frontell, pero necesitaba pruebas, así que diseño un plan junto a Otto para desenmascararlo.

Secretos de Guerra

El plan consistía en llevar mano de obra a Frontell, con soldados disfrazados, Taria iría los seguiría de lejos ya que era muy conocida en la zona, la entrega seria en el Lago del Hito, los obreros eran llevados allá donde luego Frontell los examinaría y los enviaría a sus diferentes campamentos de leñadores clandestinos, así pues, Taria lograría atrapar a Frontell e interrogarlo como hizo Otto, para lograr descubrir la red de corruptos del bosque. Llego el día acordado la entrega seria a las 8:00 pm, se hacía a esta hora ya que era poco probable que algún aventurero pasara por ahí, ya que estaban raideando en tierras lejanas. Otto y los soldados llegaron primero, Taria observaba desde el arroyo, Frontell llego con media docena de hombres y un extraño encapuchado. Frontell se acercó a los soldados y los examino detenidamente y le dijo a Otto

  • Son pocos esta vez, pero parecen resistentes

  • El negocio está algo flojo mi lord, apenas quedan campesinos fuertes en esta zona - Dijo Otto

  • Está bien Otto, al menos trajiste algo, una lástima que tengan que morir - respondió Frontell

Acto seguido la media docena de hombres atacaron a los soldados, Taria trato de acercarse rápidamente, pero la lucha acabo en un instante.

  • Oh, pero si es la Madre Colmillo, acércate bella, pero sin esos restos de araña por favor, o te prometo que mis hombres te cortaran con las piernas con ellas - exclamo Frontall

Taria se acercó y soltó sus hachas, los hombres la amarraron y la sentaron junto a la hoguera. Taria con frustración se dirigió a Frontell y Otto

  • Tu maldita escoria debí cortarte la lengua en la cueva y tu desgraciado bandido crees que te saldrás con la tuya? en estos momentos Dughan está en camino con hombres para arrestarte le dejé una carta con todo lo que averigüé, caerás maldito bastardo

Otto respondió sonriendo

  • Lo siento madre colmillo sabes cuánto me darán por entregarte? Y eso sin contar que me llevare tus armas

Frontell mirando aquella interacción dijo

  • Hombres, mátenlo, no podemos dejar vivo al que traiciono a la madre colmillo

Otto solo pudo balbucear antes de que uno de los hombres le clavara la espada en el pecho y se la sacara de una patada.

  • Ahora bien, Madre Colmillo - dirigiéndose a Taria

  • Te refieres a esta carta, por favor mi lord acérquese - dijo Frontell

El extraño se quitó su capucha revelando su rostro a Taria, con la carta en la mano Dughan se acercó a la hoguera y le dijo:

-Oh, ¿pequeña niña porque no te quedaste matando bestias? - tiro la carta al fuego y continuo - Acaso sabes cómo se mantiene la alianza en guerra constante?, ¿quiénes la financian?, ¿cómo sobrevivimos los que estamos estancados en estas zonas de “paz” ?, ¿de verdad creíste que podías tu sola acabar con un negocio tan productivo? eras un buen soldado, pero lamentablemente es hora que despiertes de tu sueño de heroe. Acto seguido la golpeo dejándola inconsciente.

Fantasmas

Dughan le indico a Frontell que ya sabía lo que debía hacer, Frontell asistió y dio la orden a los hombres que luego colocaron una capucha a Taria. Al despertarse no podía ver nada solo escuchaba remos, iba en una embarcación, entonces un marinero dijo sonriendo:

  • Odio esas malditas bestias, no los entiendo y son bastantes feos

Un segundo marinero replico:

  • Lo sé, pero solo debemos llevar la carga, ni siquiera debemos hablarles, ya el trato fue hecho

Taria quien no podía siquiera hablar pues estaba amordazada, empezó a patalear, pero fue rápidamente inmovilizada por uno de los marineros. Tocando tierra fue sacada de la embarcación y lanzada a la orilla, escucho un sonido de monedas en un saco y como la embarcación se alejaba, sintió como un enorme brazo la cargo, completamente desconcertada no sabía quiénes eran sus nuevos captores además de que hablaban en una lengua extraña. Taria nunca había visto orcos, pero nunca con vida solo veía los cuerpos que pasaban por Villa Dorada de vez en cuando. Cuando los orcos se cansaban la tiraban sin piedad al piso, no le quitaron la capucha mucho menos le daban agua o alimento. Finalmente llegaron al campamento orco.

Taria se encontraba en Kalimdor, en los baldios del sur, una zona que fue parcialmente destruida por el gran cataclismo años atrás, la horda tenía una gran cantidad de efectivos en la zona que disputaba con la alianza. Al llegar fue tirada frente a otro orco, Taria no lograba entender nada hasta que le quitaron la capucha, al ver al orco sus ojos se llenaron de espanto, la tomo del cabello y la arrastro hasta la celda, en el calabozo pudo ver a enanos, gnomos, elfos nocturnos, centauros y demás especies de Azeroth, sus ojos se llenaron aún mas de terror al ver su estado algunos estaban cegados, a otros le faltaban extremidades, todos desnutridos y la celda olía fatal, había cuerpos en descomposición, un gnomo se le acerco y la desato, apenas quito la mordaza replico:

  • Que es este lugar? ¿Dónde estamos? ¿Porque estamos aquí?

El gnomo respondió:

  • Bienvenida al cementerio, somos “Los Fantasmas”

La Venda en los Ojos de Azeroth

Taria reponiéndose un poco exclamo:

  • explícate gnomo

  • Me llamo Silpor humana y estas en un campamento Orco, somos prisioneros de guerra, granjeros, soldados, en fin, pero aquí somos solo experimentos, nadie nos busca, nadie sabe que estamos aquí, estas malditas bestias experimentan con nosotros, buscan nuestras debilidades, cualquier ventaja en la guerra puede ser decisiva - respondió el gnomo

Con la llegada de Garrosh al poder de la Horda, empezaron los experimentos, la idea era simple, buscar la debilidad en los integrantes de la Alianza, con cada incursión, los agentes de Garrosh, empezaron a crear campamentos con ese objetivo. Era un secreto a voces que ambos bandos explotaban a sus prisioneros con trabajos forzados en la construcción de defensas, lo que hacia del mercado de esclavos un negocio muy rentable, los grupos en ambos bandos que se dedicaban al comercio de esclavos eran numerosos, pero el hecho de realizar experimentos con ellos era algo reciente, luego Sylvanas aumento la operación.

Taria se encontraba rodeada de esclavos, los pocos soldados que ahí estaban se encontraban mutilados para evitar un motín, el resto era solo gente común que habían sido capturados en las incursiones de la Horda, muchos con grandes heridas al punto de putrefacción, Silpor era el que mas tiempo tenia en la celda, había sido capturado mientras realizaba un vuelo de reconocimiento y aeronave fue derribada, con un poco de conocimiento en vendajes, había ayudado a muchos prisioneros por lo que los orcos lo dejaban vivir para mantener a los otros con vida.

Taria solo podía pensar en Dughan y como había terminado en aquel infierno, pronto fue colocada con los obreros, obligada a trabajos forzosos, los orcos la veían como un juguete nuevo, en especial Trenkar, un enorme soldado orco que alcanzaba fácilmente los dos metros de altura, llevaba una gran espada en la cintura, tenia cicatrices de guerra, le faltaba un colmillo que llevaba como collar producto de una pelea con un Tauren. Trenkar era el encargado de vigilar a los fantasmas, los azotaba y era quien decidía a quien mandar a los brujos o chamanes, para sus experimentos.

Paso un mes y Taria ya había conocido en su mayoría a los fantasmas, pero le llamaba la atención que todos eran hombres, estaba Indirger un elfo nocturno, al que le faltaba un brazo, en su primera batalla fue capturado y enviado allá, Toncer un enano al que le faltaba una mano y un ojo, pirata que fue vendido cuando el barco donde estaba fue atacado por rivales, y Verkor un draeni al que le habían cercenado una pierna por intentar escapar, no sabía nada de él, ya que solo se sentaba aislado y en silencio. Taria pregunto entonces por las mujeres a Silpor, este le dijo que no veía muchas en esos campos y era raro que las llevaran allá, la verdad era que las mujeres eran un gran botín de guerra, al caer prisioneras eran abusadas y asesinadas, las que sobrevivían eran vendidas como esclavas sexuales o trabajos domésticos, todo aquello asombro a Taria, se cuestionaba porque seguir con la guerra si ambos bandos sufrían de igual manera, era como si el mundo tuviera una venda en los ojos.

Una Menos

Taria empezó a diseñar un plan para escapar de aquel campamento, Indirger y Toncer, se habían unido a su causa, Silpor era muy viejo para salir de ahí y representaría una carga al igual que Verkor, si no puedes correr, no puedes escapar. Aprovechando la vista del elfo el escape se produciría de noche, Silpor había logrado robar una llave en un descuido de los orcos, al salir de la celda solo debían derribar a dos vigías, que siempre dormían, según Silpor los pocos intentos de fuga no tenían éxito, esto había hecho mas confiado a los vigías, y luego solo subir la torre de vigilancia y saltar a un montículo tierra para lograr ser libres. Llegado el momento ejecutaron el plan fue sencillo para los tres salir de la celda gracias a la llave, a pesar de estar dormidos los vigías no serían fácil de vencer, por lo que Indirger y Toncer se encargarían de uno y Taria del otro, la idea era ahorcarlos mientras dormían, con un sigilo prodigioso el grupo se dividió, el enano y el elfo lograron con gran esfuerzo ahorcar al primer vigía haciéndose con las armas de este, Taria se coló en la torre y colocándole la cadena alrededor del cuello del orco empezó hacer presión, sin embargo el orco logro escabullirse pero antes de siquiera contraatacar una lanza le atravesó el cráneo, era Verkor quien había llegado a su rescate, sin embargo no podía hacer nada más, le dijo a Taria que se fuera mientras le lanzaba un hacha. Todo parecía ir bien el trio subió la torre y empezaron a saltar, primero Toncer, salto la caída no parecía ser de más de dos metros, pero para un enano era un desafío peligroso, llenándose de valor salto, indirger trato de divisarlo pero no veía nada más allá de la maleza, Taria arrojo entonces una antorcha paro lograr ver algún rastro del enano, casi inmediatamente vio como la cabeza del enano venia en su dirección y caía a sus pies, al voltear a ver a Indirger vio como este tenía una lanza en el pecho, fue entonces cuando sintió un dolor fuerte en su pierna, una lanza orca se la había atravesado cayendo de rodillas, acercándose Trenkar a Taria le dijo:

  • Pareces que tienes una herida, déjame sanarte- Y sacando su espada le corto la pierna.

Los gritos Taria se escucharon en la celda, Silpor y Verkor ya sabían el significado, en pocos minutos Trenkar entro en la celda con Taria en el hombro y arrojó al piso como un saco de papas, se dirigió a Silpor:

  • Ya sabes que hacer maldito gnomo, y más vale que viva o te cortare las dos piernas a ti-

Silpor logro atender la pierna de Taria, el corte había sido bajo la rodilla, perdiendo el conocimiento Taria, Silpor y Verkor la cuidaron la noche entera.

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