Después de que varios jóvenes murieran al intentar completar los ritos om'gora, Thrall comienza a cuestionarse el valor de los desafíos. La nueva generación les da tanta importancia a la fuerza de combate y la destreza de batalla que arriesgan su vida para intentar realizar los ritos antes de estar preparados. Mientras camina por Orgrimmar con su familia, Thrall reflexiona sobre la preparación de su hijo para los ritos, recuerda su propia juventud y se pregunta cómo preparar a esta nueva generación para continuar con el legado que él y sus amigos comenzaron hace mucho tiempo.
(Orcos eran los de antes) debía pensar.